En IEPAN seguimos en esto de hacer “Panes con nombre y apellido”. En esta oportunidad, preparamos Tunjitas de Piñonate.
El piñonate, aunque forma parte de la dulcería regional venezolana, como la mayoría de nuestros condumios, es de origen español. En Venezuela, se elabora en el oriente del país y quizá el más famoso sea el que se prepara en la Isla de Margarita, específicamente en el pueblo de San Juan Bautista.
Es un dulce que anteriormente se elaboraba con lechosa verde de La Sierra, papelón y algunas familias portadoras de la tradición le agregaban conchitas de naranja. La elaboración es un proceso de varios días, cuyo final concurre en grandes pailas y varias horas de mucho fuego y mucha paleta. Inclusive, durante el aireado del dulce, al final se colocan en pequeños moldes rectangulares que luego de compactado se desmoldan y se envuelven en hojas de plátano secas.
Hoy en día se ha ido desvirtuando un poco el uso de la lechosa verde que se daba casi que de manera silvestre en La Sierra y se ha comenzado a usar cualquier lechosa. En Margarita, la familia Villaroel continúa con esta tradición y probablemente sean los dulces más reconocidos en San Juan Bautista.
En Cumaná, por coincidencia religiosa, en la zona llamada San Juan, también se elabora el piñonate, pero con una variante: además de la tradicional mezcla de lechosa y papelón, le agregan piña y casabe.
El más famoso dulce lo elabora tío Moli, en Cancamure, saliendo de Cumaná, quien – según mi amigo Pedro Castillo – “Tiene toda la vida haciéndolo”. La tradición no se queda solo en el piñonate, sino que elabora una serie de conservas como la de Chaco (batata), dulce de berenjena, el tradicional “Papo e´vieja” (especie de tamal, dulce, elaborado con coco, papelón, anís dulce y clavitos de olor), jalea de tamarindo y los famosos dulces de cerecitas en honor al gran Luis Mariano.
En el caso que nos compete, que es el de nuestras tunjitas de piñonate, las hacemos con un dulce de otro estado hijo del oriente, de Monagas, específicamente de Maturín. Aunque la fama del piñonate de esta zona la tiene el pueblo de El Corozo, elaboramos nuestros panes con un dulce jugosito, enchumbado de papelón, elaborado con una rica mezcla de coco, piña y lechosa, de verdad muy sabroso.
Hablamos del Piñonate de Mary Carmen Rojas, una señora, que pasa los 70 años de vida y cuarenta llenando la capital del estado con sus dulces tradicionales. Ella no solo es la reina del piñonate, sino del dulce de lechosa, las empanaditas de plátano en conserva y su extraordinaria jalea de mango.
Mas que un pan especial o unas Tunjitas de Piñonate, estamos haciendo un pan con nombre y apellido: Las Tunjitas de Mary Carmen. ¡Dios bendiga las manos dulces y arrugadas de Mary Carmen y permita que siga por muchos años más llenando de cariño los hogares orientales con su jugoso Piñonate!